Michèle Muton, la mujer que rompió los esquemas

La historia de Michèlle se define en dos palabras: valentía y perseverancia. La vida de esta francesa de nacimiento siempre estuvo ligada al mundo del motor, gracias a la afición que su padre tenía por el mundo del rally, quien no dudo en inculcarle esta cultura desde una edad muy temprana. Si algo estaba claro es que la gasolina corría por sus venas. A pesar de que lo intentó en otros ámbitos, como el derecho o la enfermería, el tiempo quiso que esta gran mujer acabase compitiendo en rally. Lo que está claro es que sin la ayuda de su padre nunca lo hubiese conseguido, ya que gracias a él pudo poner por primera vez sus manos sobre el volante de un coche de competición.

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Muton empezó en este mundillo como copiloto en el Rally de Montecarlo en 1973. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el asiento de la derecha no estaba hecho para ella. Su padre le consiguió, allá por los años 70, un Alpine Renault A110 de 1.600cc con el que comenzaría su carrera como piloto. La recompensa tardó poco en llegar. En 1974 y 1975 se convirtió en la campeona nacional de su tierra, hecho que hizo que dejase con la boca abierta a más de uno de sus compañeros masculinos. Las victorias se fueron enlazando unas con otras: ganó el trofeo de la Coupe des Dames e hizo una gran campaña en el Campeonato de Europa a bordo de un Fiat Abarth 121, aunque fue en España en la RACE cuando logró su primera victoria absoluta. La francesa dejó expectantes a todos por su rápida adaptación a esta conducción tan dura físicamente. Un año después terminó séptima en Montecarlo y venció en el Tour de Francia con el Abarth 131. El Rally de Córcega parecía hecho para ella, en él fue dónde se estrenó en el Campeonato Mundial de Rally. 

En 1981 fichó por Audio Sport. Desde la compañía querían que probase el nuevo modelo Audi Quattro Sport del grupo 4. Durante el primer año en esta competición, logró hacerse su hueco en la historia del Campeonato Mundial de Rally por ser la primera mujer en ganar una carrera. La victoria la consiguió a lomos del Rally de San Remo. Desde este año, tanto el Audi Quattro Sport como su copiloto, Fabrizia Pons, la acompañarían en las siguientes carreras y temporadas a través de sus éxitos.

michele mouton audi

Una noticia trágica asoló a la piloto en el Rally de Costa de Marfil. El principal precursor de su carrera en este mundillo, su padre, había muerto. La dureza que caracterizaba a Mouton hizo que siguiera adelante y no se derrumbase. Quería hacerse con el título para brindárselo a su padre. Era una mujer coraje que nunca aceptó un no por respuesta y que jamás dejó que ninguna situación le superase.

No logró el campeonato de 1982. Sin embargo, fue todo un éxito que quedase subcampeona del mundial, ya que consiguió desbancar a algunos de los mejores pilotos del momento.

Durante la carrera de Pikes Peak International Hill Climb, conocida también como la carrera hacia las nubes, la piloto francesa se encontró con una serie de desventajas. Los organizadores le hicieron la vida imposible porque les chocaba ver a una mujer compitiendo en esta carrera. Durante los entrenamientos, la pararon por exceso de velocidad por 8km/h, la pusieron delante de un tribunal donde le dijeron que era una especie de criminal y que con esa velocidad podría haber matado a sus hijos, la multaron y le prohibieron empezar la prueba. Mouton dejó claro a los jueces, que sabían que no tenía casi tiempo para entrenar, que les demostraría que podría incluso ante esta situación.

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A la mañana siguiente concretó una cita con la prensa en la que dijo que incluso si hubiese ido a 30km/h más rápido de lo que fue, hubiese sido capaz de frenar a tiempo para no atropellar a nadie. Finalmente le permitieron competir, los mecánicos empujaron el coche hasta la línea de meta. Y lo demostró. Cogió las últimas cuatro curvas de la cima a toda velocidad, se hizo con un nuevo récord en la carrera, con una nueva victoria y cerró la boca de algún que otro americano que no apostó un duro por ella.

Al campeón Walter Rhöl, preguntado por cómo de difícil se lo estaba poniendo Muton y su Audi, se le ocurrió de afirmar que: “incluso un mono amaestrado podría conducir el Quattro”. Por otra parte, Vatanen mencionó que era «mejor estrellarse que ser abatido por una mujer». No obstante, si algo está claro es que esta mujer se encargó de demostrar que el mundo del motor no sólo para los hombres.

Dicen que bien empieza lo que bien acaba. Por esto mismo, la piloto francesa decidió acabar su carrera donde todo había empezado en el Rally de Córcega. En 1986 puso fin a su carrera para dedicarse a su vida familiar. A pesar de esto, jamás se alejó totalmente del mundo del Rally. Participó en alguna que otra carrera de forma esporádica. Además, en 2011 la nombraron directiva del WRC, donde su labor sería preservar el campeonato, vigilar por la seguridad, el calendario y el reglamento.

@Lorena_H94

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